La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) realiza una investigación sobre la digestión en el ganado para que los animales tengan la salud adecuada y produzcan más carne o leche.
Los científicos hacen pruebas para conocer la capacidad de los animales para absorber nutrientes y metabolizarlos en diversas situaciones ambientales, con alimentación de diferente tipo, informó la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC).
En una entrevista para la AMC, el investigador del Instituto de Ciencias Agrícolas de la UABC, Miguel Cervantes Ramírez, explicó que modifican anatomías del intestino de los animales para conocer cuánto consumen de cada nutriente.
Luego, con el uso de una cánula al final del intestino delgado se puede saber cuánto no se aprovechó y al comparar estas diferencias, es posible calcular lo que se obtuvo de cada nutriente.
Además de estas pruebas, los investigadores emplean técnicas moleculares para analizar la composición de aminoácidos de las proteínas en alimentos como los cereales, las pastas de oleaginosas, incluso, en los subproductos animales.
Lo anterior se debe a que la digestibilidad de los aminoácidos es uno de los factores para evaluar la calidad de la dieta y la respuesta productiva de los animales, indicó Cervantes Ramírez.
«En el laboratorio analizamos la expresión de algunos genes que regulan el funcionamiento de proteínas en el intestino delgado y otras células del animal, como las del hígado o del músculo, para ver la absorción de nutrientes y el nivel de aprovechamiento de los mismos», mencionó el investigador.
Por otro lado, el equipo del científico trata de entender cómo afecta el calor a la fisiología digestiva y el metabolismo de los animales de la zona.
Pues en Mexicali la temperatura media en el verano es de 30-32 grados centígrados (°C), pero a partir de las 10:00 horas ésta puede alcanzar hasta los 50 °C, situación que estresa a los animales y a la personas.
Cervantes Ramírez expuso que la temperatura intestinal de los animales destinados a las actividades agropecuarias tiene un incremento de 1 a 2 °C durante los meses de calor, en comparación con el periodo donde el calor no es tan intenso.
El aumento en la temperatura puede ocasionar daños en el epitelio intestinal y en otros tejidos, y provocar que la producción ganadera disminuya, apuntó.
Por ello, dijo, «queremos identificar los nutrientes que se absorben bajo estas condiciones de temperatura y cómo afecta el calor el metabolismo o la conducta de los animales», ya que son muchos los cambios que ocurren en sus células cuando están expuestos a temperaturas superiores a los 40 °C.
El científico manifestó que tienen la hipótesis de que los daños provocados por el calor en la estructura intestinal de los cerdos podría ocurrir también en los humanos, debido a que sus sistemas digestivos son parecidos.
Fuente: Entorno Inteligente