Diversos estudios llevados a cabo con gallinas pesadas y de crecimiento rápido y gallinas pequeñas y de crecimiento lento, han permitido obtener nuevos conocimientos sobre el origen de la variación genética que les ha permitido adaptarse rápidamente a nuevos entornos extremos. El trabajo de investigación, publicado en la revista online PLoS Genetics, se ha llevado a cabo por investigadores de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, la Universidad de Uppsala (Suecia), el Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad Estatal (Virginia Tech) en los Estados Unidos. Estos hallazgos pueden proporcionar información vital sobre el proceso de evolución, cómo debería llevarse a acabo la reproducción animal y de las plantas y cómo deberían estudiarse las enfermedades epidémicas como la obesidad y la diabetes.
Los investigadores han logrado explicar cómo la variación genética ya presente en cientos de genes en una población permite a que la misma se adapte rápidamente a los entornos nuevos extremos.
Para demostrar esto, utilizaron un único modelo de gallina criada en Estados Unidos. De una población uniforme de gallinas, produjeron dos líneas: una para crecimiento rápido y otra para crecimiento lento. Los individuos más pesados en la línea de crecimiento rápido se seleccionaron para producir la siguiente generación; los individuos más ligeros se seleccionaron de la línea de crecimiento lento. Los animales de la línea de elevado crecimiento pesaban ocho veces más que los de la línea de crecimiento lento a la edad de ocho semanas. Debido a que los individuos se seleccionaron basándose en una única característica que sabían que se rige por factores genéticos y medioambientales, estas gallinas son un modelo excelente para estudiar el número de genes que han contribuido a este cambio extremo en el tamaño de los animales. Examinando las diferencias entre casi 100.000 marcadores genéticos en el ADN de las dos líneas, los investigadores han logrado demostrar que hay variantes en más de 100 genes.
Con este trabajo se ha logrado identificar la influencia de tantos genes debido a que la selección en las líneas ha sido tan intensiva en los últimos 50 años que supone varios miles de años de selección natural. Ésta es la primera vez en que se ha podido demostrar a una escala tan grande en datos experimentales que las variantes genéticas existentes son esenciales si las poblaciones se adaptan a nuevos entornos por selección natural o artificial. Se ha utilizado un nuevo método para determinar cómo las variantes genéticas que estaban presentes antes de que el programa de reproducción comenzase han contribuido al cambio en el tamaño corporal en dos líneas de gallinas. Nuestros resultados demuestran que la mayoría de las variantes genéticas que han sido unidas en dos líneas estaban presentes en la población original. Esto demuestra que las mutaciones durante el proceso de selección no son tan importantes como se pensaba al principio. Las dos líneas de gallinas también difieren en términos de caracteres distintos al crecimiento, como el apetito, la obesidad y el sistema inmune. Las gallinas de la línea de elevado crecimiento son comedoras compulsivas, así como las de la línea de bajo crecimiento son anoréxicas; las de la línea de crecimiento rápido son gordas y las otras delgadas, mientras que las primeras tienen peor sistema inmune que las de crecimiento lento.
Los investigadores han sido capaces de identificar muchas regiones en el ADN donde las líneas difieren, lo que significa que ahora somos capaces de examinar mejor cuáles de ellas influyen en caracteres de importancia médica: apetito, obesidad y sistema inmunológico. Esto nos permitirá disponer de nuevos conocimientos y producir mejores medicamentos para combatir muchas de las enfermedades más prevalentes.
Fuente: Albéitar
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