El Centro Nacional de Veterinaria ha confirmado a la Junta de Castilla y León en España que la pasteurelosis es la enfermedad que ha causado la muerte de más de un centenar de ciervos en las provincias de Zamora y León. Según han informado fuentes de la Consejería de Presidencia, en un comunicado recogido por Europa Press, la confirmación se ha producido en torno a las 4:00 de la tarde de hoy. Así, el centro dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, ubicado en Algete (Madrid) ha confirmado la causa del episodio de mortandad de ciervos que se empezó a percibir a finales de julio.
La pasteurelosis está provocada por una bacteria «comensal» –pasteurella– que reside de forma habitual en el tracto respiratorio de los animales y que se ha encontrado en las muestras analizadas. Se trata de una enfermedad zoonótica que pueden sufrir tanto especies bovinas o caprinas, como perros, gatos o aves.El consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, junto a la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, y el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, dará a conocer mañana el alcance de esta situación, que, según fuentes oficiales, ha causado la muerte a más de cien animales, al tiempo que informará sobre las medidas a emprender.
INACTIVIDAD DE LA JUNTA
Sin embargo, el portavoz socialista de Agricultura en las Cortes de Castilla y León, Manuel Fuentes, ha asegurado hoy que el número de ciervos muertos se eleva ya a cerca de 300 ejemplares, frente a los 102 declarados por la Junta, y ha responsabilizado de esta elevada mortandad a la «ineficacia, ocultismo, irresponsabilidad y pasotismo» de la Administración regional. Y es que, según ha criticado el socialista en tono irónico, el presidente, Juan Vicente Herrera, y las consejeras de Medio Ambiente y de Agricultura, María Jesús Ruiz y Silvia Clemente, respectivamente, «están descansando mientras que los animales descansan, pero en paz».
El procurador socialista por Zamora, quien ha comparecido sin saber que horas antes la Junta había anunciado que la causa de la muerte de los ciervos se debe a la bacteria Pasteurella, la misma que en 2007 acabó con la vida de 463 cérvidos en Cádiz, ha censurado que veinte días después de la muerte de los primeros ejemplares, el 28 de julio, no se hubieran facilitado ya desde la Junta las causas de este brote, al tiempo que, utilizando como fuente informante a los ganaderos de la zona, ha insistido en manejar la cifra de tres centenares de animales como resultado provisional de este brote.
Fuentes, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha justificado su comparecencia ante los medios en el hecho de que este episodio ha adquirido ya un «carácter autonómico» y debido igualmente a las cientos de llamas recibidas de ganaderos, cazadores, responsables municipales y ciudadanos de las zonas afectadas, quienes, según ha indicado, siguen demandando información y denunciando que los cadáveres de los cérvidos permanecen tirados en el terreno, algunos de ellos muy próximos a los cauces de los ríos, tanto dentro de las reservas como fuera de ellas.
«Algunos están siendo devorados por mastines y alimañas, con lo que el causante de esas muertes está pasando a la cadena alimentaria de los ecosistemas», ha advertido el procurador. Éste ha recordado que el brote afecta a dos consejerías, la de Agricultura y la de Medio Ambiente, y ha criticado a sus responsables por actuar de la misma manera que con la plaga de topillos que asoló la Comunidad hace varios veranos.
Un enemigo asequible
Luchar contra la ‘Pasteurella multocida’ es sencillo. Al tratarse de una bacteria, sólo se necesita un antibiótico. Sin embargo, en el medio natural la batalla se complica. La política de la Junta hasta la fecha ha sido enterrar los cadáveres en cal viva, lejos de cursos de agua y de animales carroñeros para evitar la diseminación de la enfermedad. Y hoy se conocerá si las autoridades van a establecer nuevas medidas. Los expertos descartan el uso de cebos con antibióticos y confían en que el final de la ola de calor acabe con la ‘peste’.
Fuente: EFE