Los especialistas en «vaca loca» de la región recomendaron que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) forme un grupo de expertos que investigue sobre la variante atípica de la enfermedad surgida en Brasil, para mejorar su prevención.
El caso de «vaca loca» atípico registrado en Brasil en 2012 -se trató de una vaca de 13 años nacida y criada en ese país- puso en vela a los científicos de todo el mundo, porque la enfermedad, hasta ahora, se había dado a través de animales importados desde países que habían padecido casos de la encefalopatía espongiforme bovina (conocida como mal de la «vaca loca).
Por eso, la semana pasada, el grupo de expertos en esta encefalopatía de la región, conformado por especialistas de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia -los que conforman el Comité Veterinario Permanente (CVP)- se reunieron en Río de Janeiro en un foro de dos días de discusión sobre los nuevos desafíos que presenta esta variante de la enfermedad. Finalmente, recomendaron a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) -el organismo que regula las normas sanitarias para el comercio de animales y subproductos en el mundo- que conforme un grupo de especialistas que investigue sobre la nueva forma atípica de «vaca loca», porque es posible que los sistemas de vigilancia que se aplican hoy no sean los adecuados.
Los países de la región que conforman el CVP votarán esta postura en la próxima Asamblea Anual de la Organización Mundial de Sanidad Animal, que se celebrará el mes que viene en París.
Los delegados de la región brindaron un pormenorizado detalle de cómo se hacen los monitoreos en cada país, cumpliendo con los requisitos establecidos por la OIE, que a la vez, es la institución sanitaria mundial que otorga a los países miembros el status sanitario sobre una determinada enfermedad que tiene un amplio peso comercial (aftosa o vaca loca, por ejemplo).
El especialista uruguayo, Rodolfo Rivero, quien participó en el foro de Río de Janeiro, admitió que uno de los grandes desafíos es que «el caso atípico de Brasil se registró en un animal con una edad mayor a la que se vio en la forma clásica». En este caso, habría que monitorear bovinos de mayor edad que la habitual (mayores de 26 meses) y eso implicaría un cambio en los sistemas de vigilancia.
Cabe recordar que el caso de Brasil se dio en una vaca de 13 años de edad, perteneciente a una raza carnicera, nacida en ese país y alimentada a pasto. Los casos clásicos de la Unión Europea se registraron en animales importados de países que habían padecido la enfermedad, con menor edad y alimentados en base a raciones, presuntamente mal termoprocesadas, donde no se destruyeron los priones (proteínas causantes de la enfermedad).
El animal brasileño no presentaba los síntomas de la variante clásica de «vaca loca» que se vieron en la Unión Europea y se detectó en el marco de un monitoreo buscando animales con síntomas compatibles con rabia paralítica.
«El problema es que no tenemos mucha información sobre esta variante atípica, como pasa con todas las enfermedades nuevas. Se precisa más información para controlarla o para determinar qué tan importante puede ser esta forma que es diferente a la ya conocida», explicó el experto local. «Estamos frente a un nuevo escenario y hay que investigar más», dijo Rivero.
Fuente: El País Digital