El campo, los animales, y la industria, son los elementos que han llevado a que Rafael Benavides sea un hombre ejemplar en el sector de la medicina veterinaria, razón que se ve reflejada en su lucha para el desarrollo de una mejor industria de la carne en el país.
Este hombre, que afirma que la sinceridad y la honestidad, lo han fortalecido como persona, cuenta que ha llevado desde pequeño la medicina en la sangre, y aunque al principio se inclinaba por la medicina humana, el vivir en el campo, y tener contacto con los animales que tenía su papá, fueron los incentivos que lo llevaron a decidirse a estudiar veterinaria. Cumplió su sueño al ser egresado de la Universidad Central de Venezuela, Facultad de Veterinaria, núcleo Maracay, en el que obtuvo el título de médico veterinario en el año 1978.
Asimismo, al preguntarle acerca de su trayectoria en el campo animal, Benavides afirmó que al graduarse le gustó la parte de la industria de la carne, pero más que todo en lo que respecta a los beneficios y a los mataderos, “tuve la oportunidad de estar en Argentina, donde para mí, existen los mejores frigoríficos de la industria de la carne y yo pensaba que en Venezuela podíamos llegar a eso, es decir, al desarrollo de una industria de la carne muy avanzada como la tienen casi todos los países sureños, especialmente Argentina y Uruguay”.
Una lucha con alegrías y descontentos
Del mismo modo, expresó que trabajó dos años en unos mataderos, y al mismo tiempo tuvo la oportunidad de elaborar un proyecto de un matadero industrial que le solicitó el gobierno de Luis Herrera Campis, “era un proyecto ambicioso, pero el gobierno dejó que las cosas murieran en el tiempo, y por eso mi descontento porque no se hiciera lo que yo visioné para que se llevara a cabo un desarrollo de la industria de la carne en el país, pero hoy en día estamos igual, lamentablemente nosotros, la industria de la carne estamos muy atrasados, no tenemos una ceba como debería ser, un beneficio de una dosificación-notificación de la carne bien rigurosa y que si la colocaran tampoco existiría porque no tenemos la calidad de los animales que deberíamos tener”.
Pero este hombre siguió en su lucha, y en vista de que lo que proponía no se lograba, estuvo en un laboratorio regional de diagnóstico del estado por un año, afirmando que era el último laboratorio que se inauguró para esa época que estaba situado en Acarigua, en el que compartió más de un año con el Dr. Carlos Pedrique, director del laboratorio, hombre preparado en la investigación, que había hecho cursos de diagnóstico de IVR, una enfermedad que estaba atacando en ese momento.
Benavides al pasar de los años, realizó diversos cursos en el Instituto de Investigaciones Veterinarias, y se orientó hacia la parte de patología porcina, luego pasó a Súper S, una empresa privada que hoy en día existe, pero en ese momento estaba en manos de una empresa norteamericana. Asimismo, trabajó nueve años en la gerencia de proyectos de cerdos, específicamente en la productividad y producción de cerdos.
Su vida se detuvo 16 años en Laboratorios Reveex, trabajando en la parte de comercio exterior, ya que era el director de exportación. Pero es en diciembre de 2006 cuando decidió independizarse y pasó a formar una empresa conjuntamente con el doctor Javier Moreno, llamada Vetsupply, “estamos dando los primeros pasos aquí con representaciones de Uruguay, España y México, y hasta el momento no nos ha ido mal, estamos avanzando y es un trabajo muy agradable”.
– ¿Qué opinión tiene de la salud animal actualmente?
– “Pienso que la industria de la salud animal con toda su tecnología, está aportando métodos para el control y erradicación de enfermedades en nuestra población, a pesar de los múltiples inconvenientes que tenemos tanto en las restricciones por parte del Estado para la importación de productos, en normas, reglamentos, en fin, una serie de trabas que muchas veces te llevan a que quieras parar, pero como industria está acorde con las tecnologías mundiales, ya que se presta el servicio que tiene que ser.
Sin embargo, hay un problema y es la falta del control del Estado en la supervisión de productos, ya que hay muchos productos que están entrando a Venezuela por diferentes caminos y no poseen registros, y esto perjudica a la industria que generalmente cumple con los reglamentos y estatutos que se establecen en la ley. Y eso es una falla del gobierno, del Ministerio de Agricultura y Tierras a través del departamento del SASA, que debiera estar controlando esa situación”.
– ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del gremio?
“Pienso que el gremio tiene muchas fortalezas, ya que cuenta con muy buena tecnología, buena asistencia, y las debilidades que tenemos son que no hay los controles, ya que nosotros no podemos ejercer los controles sobre la piratería, aunque estamos haciendo un gran esfuerzo a través de publicaciones, promociones de no a la piratería, pero es una debilidad para nosotros porque el gobierno no nos ayuda, porque no hace ningún tipo de control, y yo pienso que es que el gobierno no ha reestructurado a los departamentos”.
Avisa, su gremio
Este médico afirmó que tiene por lo menos 8 ó 9 años formando parte de la directiva de Avisa, ha sido vicepresidente de la asociación 3 ó 4 veces y director ejecutivo 5 ó 6 veces, pero este año quiere darle paso a nuevas generaciones, para que así lo reemplacen.
Mensaje para los agremiados de Avisa: “Sean más coherentes, con mucha más colaboración, con asociación, hay que meterle el pecho a todo lo que está proponiendo la junta directiva, como son las revistas, las promociones, porque eso va en beneficio de todos, ya que no es posible que nosotros tengamos una revista y los anuncios de los laboratorios aparezcan en otras publicaciones, en vez de estar participando en nuestra propia inversión”.