Es posible que entre las víctimas del ébola pronto haya un perro. Autoridades de Madrid obtuvieron el martes una orden judicial para sacrificar al perro de una asistente de enfermería española que padece del virus ante la posibilidad de que el animal pueda propagar la enfermedad.
Al menos un estudio importante indica que los perros pueden infectarse con el mortal virus sin mostrar ningún síntoma, pero no es tan claro que tan probable es que lo transmitan a los humanos.
Experimentos de laboratorio con otros animales sugieren que su orina, saliva o heces podrían contener el virus. Eso significa que, en teoría, otras personas podrían contagiarse si el perro los lame, los muerde, o si lo tocan para bañarlo.
«Claramente, queremos estudiar todas las posibilidades, pero no lo hemos identificado como una forma de transmisión», dijo el doctor Thomas Frieden, director de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
La asistente de enfermería y su esposo están aislados desde que le diagnosticaron ébola a la mujer esta semana. El gobierno regional de Madrid consiguió una orden judicial para sacrificar al animal alegando que «la información científica disponible» no desecha la posibilidad de que el animal pueda propagar el virus.
Pero los dueños del animal no quieren que lo sacrifiquen. Carlos Rodríguez, un veterinario español y conductor de un programa sobre animales, dijo que el esposo le envió un mensaje desde el hospital para tratar de otorgarle la custodia temporal del perro, un criollo llamado Excalibur. Pero ahora, con la orden judicial, «no puedo evitar que suceda», dijo Rodríguez. El esposo «me preguntó, llorando, que por lo menos me asegurara que al animal no sufra».
La organización española de derechos de los animales Igualdad Animal se quejó de que las autoridades querían «sacrificar al animal sin siquiera diagnosticarlo o considerar la posibilidad de ponerlo en cuarentena».
No está claro cuán efectiva sería la cuarentena porque los perros infectados no muestran síntomas y no se sabe qué tiempo puede vivir el virus en ellos, ni durante cuánto tiempo habría que hacerle pruebas.
El doctor Peter Cowen, veterinario de la Universidad Estatal de Carolina del Norte que ha asesorado a expertos mundiales de salud sobre los riesgos de las enfermedades infecciosas de los animales, dice que sacrificar al perro «es claramente una reacción exagerada».
«Creo que es muy desafortunado que estén pensando en sacrificar al perro. Debieran estudiarlo bien primero», dijo.
«Nunca se ha documentado que un perro propague el ébola» y claramente no es una vía importante de propagación en el brote en África, dijo.
Los expertos no han identificado la fuente natural del ébola en la naturaleza. El principal sospechoso es un murciélago que come frutas, pero la Organización Mundial de la Salud incluye a chimpancés, gorilas, monos, antílopes y al puercoespín como posibles agentes de propagación. Hasta los cerdos de granja pueden ser agentes debido a la presencia de murciélagos en los criaderos.
La posibilidad de que los perros puedan propagar la enfermedad —al menos en África— fue planteada en un informe de 2005. Investigadores sometieron perros a pruebas durante el brote de ébola de 2001 y 2002 en Gabón después de ver a algunos comiéndose a otros perros infectados muertos. De los 337 perros de varios poblados y aldeas, entre 9% y 25% mostraron la presencia de anticuerpos al ébola, una señal de que estaban infectados o quedaron expuestos al virus.
«Creo que es posible» que los perros puedan propagar el ébola, pero es improbable en Estados Unidos u otros lugares donde los perros no se acercan a cadáveres o comen animales infectados, dijo Sharon Curtis Granskog, portavoz de la Asociación de Médicos Veterinarios de Estados Unidos.
En Dallas, autoridades de salud están monitoreando a 48 personas que pueden haber tenido contacto con el paciente de ébola Thomas Duncan, pero «no estamos monitoreando a ningún animal en este momento», dijo el doctor David Lakey, comisionado del Departamento de Salud Estatal de Texas.
Fuente: El Periodiquito