Más allá de los avances en la lucha contra la fiebre aftosa en la región, no están dadas las condiciones para que Uruguay deje de vacunar, aseguran los expertos. El último foco en el país fue hace 12 años y costó casi US$ 800 millones.
La lucha contra la fiebre aftosa en la región continúa mostrando importantes avances y la meta planteada hace dos o tres años por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) de llegar al 2020 con todo el continente sudamericano declarado libre de la enfermedad con vacunación, es cada vez más viable.
Pese a los avances, el doctor Carlos Correa, delegado de Uruguay ante la OIE desde hace 23 años y presidente de la Asamblea Mundial de Delegados desde 2009 a 2012, consideró que pensar hoy en que Uruguay deje de vacunar contra la enfermedad «es un paso muy arriesgado y muy anticipado. Primero necesitamos que la situación en la región se consolide más «, dijo el experto.
A 12 años de haber eliminado la aftosa, muchos uruguayos se olvidaron del flagelo y de una epidemia que costó al país casi US$ 800.000.000.
Cuando la epidemia de fiebre aftosa en 2001, con la que se perdió el status de país libre sin vacunación, «Uruguay tenía 1.000 contenedores con carne en el agua y hubo que salir a apagar el incendio, lográndose salvar 800 contenedores. Era la vida o la muerte de una economía agropecuaria como la uruguaya», recordó Correa.
«La gente se olvidó de la epidemia de aftosa y puede llegar a pensar para qué vacunar si no hay circulación viral, pero hay que vacunar para mantener y aumentar la inmunidad y siempre hay que acordarse de lo que se padeció», afirmó.
La misma visión tiene Raúl Casas Olascoaga, ex presidente del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y ex titular de la Academia Nacional de Veterinaria, porque antes de pensar en dejar de vacunar «hay que dar una serie de pasos para prepararse», de forma de evitar un nuevo golpe.
Para Olascoaga es fundamental que los productores cumplan con la obligación de seguir vacunando y reforzar en cada período de inmunización contra aftosa la sanidad del rodeo bovino. «Es preferible dar pasos cortos y consolidados, por más que la situación sanitaria regional nos esté ayudando», advirtió Correa.
«Hoy más de 100 países en el mundo siguen padeciendo la fiebre aftosa -la enfermedad es un severo problema en Asia y África- y el que piense que sólo ataca países ricos está muy lejos de la realidad», advirtió el delegado de Uruguay ante la OIE. Este organismo quiere tomar como ejemplo el trabajo conjunto en la región y llevarlo a otros continentes.
Fuente: El País