noviembre 28, 2024 9:54 PM

Algunos aspectos reproductivos e inseminación artificial en búfalas

La búfala es un bóvido con órganos genitales internos similares a los observados en las vacas con pequeñas diferencias. El comportamiento reproductivo lo podemos definir como la respuesta animal a una serie de eventos que comienzan cuando se produce el parto, durante el postparto, reinicio de la actividad ovárica; fecundación e implantación de un nuevo embrión hasta la culminación de una gestación.
Dentro de los parámetros reproductivos es de importancia señalar el rápido proceso de involución uterina, lo cual nos puede permitir obtener un intervalo de parto entre 12 y 13 meses aun cuando esta especie tiene una duración de gestación de 315 días; otra característica es su carácter poliestrual con marcada tendencia estacional en los partos, lo cual es influenciado por factores fisiológicos, sanitarios, nutricionales, aspectos de manejo y ambientales (°C, humedad, precipitación, evaporación, horas de luz.), observándose más de un 75 % de pariciones entre los meses de Agosto a Diciembre. Tecnologías como la inseminación artificial con observación de celo o inseminación a tiempo fijo permiten establecer mejoras genéticas en nuestros rebaños, sin embargo estas tecnologías en el ámbito reproductivo deben ser realizadas considerando una serie de factores para tener el mejor éxito, ya que en programas de Temporada de Monta o Monta Libre esta especie es capaz de presentar porcentajes de fertilidad superior al 95 %.
La localización anatómica de los órganos genitales internos de la búfala es similar a los de la vaca. Los ovarios son en forma de una pequeña almendra y miden de 1,5 a 2 cm de longitud, 1 a 2 cm de ancho y 1 a 1,5 cm desde el meso de unión al borde libre (Información personal tras palpación transrectal 1.559 búfalas y evaluación ultrasonográfica). Jainudeen et. al. (1983) observaron por palpación transrectal y laparoscopia ovarios ovoides y de contextura firme de 2 a 3 cm de largo, 1 a 1,5 cm de ancho y 1 a 2 cm de espesor.
Los oviductos o trompas uterina son de paredes gruesas (abundante tejido muscular), rígidas y embebidas profundamente en los ligamentos anchos, cumplen funciones de dar paso a los óvulos y espermatozoides en direcciones contrarias, ayudan a preparar al ovulo, promueven la fecundación y regulan el transporte del ovulo.
Los cuernos uterinos son sumamente enroscados sobre sí mismos. El cuerpo uterino es sumamente corto, de 0,94 cm (Luktuke y Rao 1962, citados por Bhattacharya, 1974), otros señalan una longitud de 0, 74 cm (Damodaran, 1958). El cuello uterino ó cervix es una estructura tipo esfínter de pared gruesa y luz tortuosa y reducida que se proyecta en sentido caudal hacia la vagina (Ghannam y Deeb, 1966). Los anillos cervicales pueden ser en número de tres hasta cinco, observándose que los mismos no se hipertrofian en búfalas multíparas (Bhalla et. al. 1964 y Sane et. al. 1964, referido por Bhattacharya, 1974) La vagina ubicada debajo de la ampolla rectal, y sobre los huesos pubis e isquion con una longitud de 19 a 24 cm.
La vulva con escasos pelos, presenta dos comisuras la superior ligeramente redondeada y la inferior ligeramente aguda con un clítoris rudimentario, los labios son carnosos, escasos de pelos. En el vestíbulo donde la piel cambia a mucosa se observa una hilera de pelos que se entrelazan cuando la vulva está cerrada.
Pubertad
Una escasa asimilación de nutrientes y un crecimiento lento retardan la pubertad, en tanto que un grado elevado de nutrientes y un crecimiento rápido aceleran su inicio. En general en condiciones favorables los primeros signos de celo pueden ocurrir entre los 15-18 meses con un peso vivo de 198 a 220 kg, bajo condiciones desmejoradas de alimentación se puede retardar hacia los 24-36 meses (Bhattacharya, 1974 y Chantalakhana, 1979). Otros investigadores reportaron la palpación de un primer cuerpo lúteo a los 14,1 meses (rango 13,6 a 15,2) y un peso de 179,14 kg (Devaraj y Janakiraman 1986) (Cuadro 3). En observaciones realizadas en un bosque seco tropical en Venezuela en 30 bautas alimentas bajo amamantamiento total y pastoreo se palpó y observado por ultrasonografia el primer cuerpo luteo entre los 9 y 10,5 meses con un rango de peso de 290 y 310 kg.
Conducta sexual
La búfala presenta un marcado periodo de actividad sexual estacional. Es considerada como un bóvido poliestrual estacional, las razones más probables de dicha estacionalidad son las condiciones climáticas (precipitación, horas de luz, temperatura, etc). Sin embargo, la nutrición juega un papel muy importante en su comportamiento reproductivo (Vale, 1988; Nasir Hussain et. al ., 1989; Baruselli, 1993). En Venezuela más del 80 % de los partos ocurren entre los meses de agosto a diciembre.
Las búfalas se caracterizan por no presentar una conducta homosexual marcada siendo de poca intensidad sus signos de celo. El intervalo entre los ciclos estruales es aproximadamente 21,6 ± 0,23 días con un rango entre 18 a 22 días (Asdell, 1964; Butchaiah et. al. 1975); otros investigadores señalan 21 días para las buvillas y 24 días para las búfalas con un rango entre 18 a 32 días (Vale et. al., 1984). El periodo de receptividad sexual es de 10 a 30 horas, la ovulación es espontánea y ocurre de 10 a 18 horas después de finalizado el celo (Asdell, 1964; Adeyemo et. al., 1979).
Síntomas del celo
Los síntomas de celo en la búfala son signos discretos lo cual hace que la detección de los calores sea una tarea algo difícil. También es importante señalar la manifestación de un celo a mitad del ciclo debido a la presencia de una primera onda folicular de un folículo de segundo orden, igualmente se señalan celos (14,4 %) en búfalas en cualquier etapa de la gestación (Danell et. al., 1984; Kawani y Kodagali, 1984; Vale 1988).
Los síntomas de celo a los cuales debe prestársele atención son: bramido y micción fre-cuente, descargas vaginales, plumas de moco, edema de la vulva, hiperemia vaginal, levantamiento de la cola, montar a otras o permitir ser montada, nerviosismo, tonicidad uterina y dejarse montar por el calentador. Los síntomas de celo citados deben ser considerados en conjunto para poder hacer un diagnóstico correcto, tomando especial interés en la utilización de búfalos calentadores.
Aspectos endocrinologicos del ciclo estrual
Los perfiles hormonales de las diferentes hormonas involucradas pueden ser cuantificados perfectamente en suero sanguíneo, plasma sanguíneo o en leche.
Progesterona
Los niveles de progesterona el día 0 del ciclo son bajos 0,13-0,27 ng/ml (con respecto al vacuno) alcanzando su pico máximo entre los días 14 y 16 (4,00- 4,29 ng/ml) para comenzar su descenso entre el día 16 y 19 (Kanai y Shimizu, 1984).
Estradiol
Las concentraciones de estradiol comienzan a elevarse unos 5 días previo al celo, momento en el cual se observan los mayores niveles (31,34 ± 1,70 pg/ml) (Batra y Pandey, 1982).
Prostaglandina
En sangre podemos encontrar valores que oscilan entre 250 a 900 pg/ml tres días antes del celo (Batra y Pandey, 1983).
Hormona luteinizante
Los niveles básales están en el orden de 0,72- 2,0 ng/ml y los valores máximos se sitúan entre 20,0-40,0 ng/ml el día 0 del ciclo (Avenell et. al., 1985)
Folículo estimulante
Esta hormona presenta marcadas fluctuaciones durante el ciclo estrual manteniendo un valor promedio de 12,0 ng/ml y valores máximos de 60,0 ng/ml el día cero (Razdan et al., 1982).
Diagnóstico y duración de gestación
El período de gestación puede oscilar entre 299 a 340 días, excediendo generalmente de los 300 días de duración. Algunos factores fisiológicos y ambientales pueden afectar la duración de la gestación, así observamos que la gestación de fetos machos tiene una duración de 3 ó 4 días más que el de la hembra. Factores como: número de partos, época de parto, sexo y peso de la cría también la modifican (Al-Amin et. al., 1988).
El valor promedio obtenido en nuestras investigaciones (Bosque Muy Seco Tropical) para este parámetro es 314,04 ± 8,30 días en rebaños mestizos, estos resultados difieren a los reportados por Al-Amin et al. (1988) los cuales reportaron un promedio de 305,86 ± 2,87 días (de 295,13 a 317,70), es importante señalar que las crías machos tienden a una gestación ligeramente más larga.
Parto
Aproximadamente siete días previos al parto se observa una serie de síntomas indicativos de la proximidad del mismo. Durante los últimos 3 ó 4 días se observa una relajación de los ligamentos pelvianos con especial referencia de los ligamentos sacro ciáticos, igualmente se presenta edema a nivel de la vulva y secreciones producto de la disolución del tapón cervical, las temperaturas rectal y vaginal previo al parto están entre 37,8 °C y 38,6 °C. El tiempo promedio de trabajo de parto desde el inicio de los dolores hasta la expulsición del feto es 3,15 horas.
Los síntomas clínicos que preceden el parto son:
 

  • relajación de los ligamentos pelvianos aproximadamente 21 días previos al parto.
  • depresión de los músculos de la grupa ocho días preparto.
  • inflamación de los labios vulvares 20 días a 10 días previos al parto, igualmente hay un incremento en su longitud al momento del parto.
  • se observan descargas vulvares en forma intermitente 14 días previó al parto.

Placenta
La placenta en la búfala es del tipo cotiledonaria, observándose la distribución de los cotiledones sobre la membrana corioalantoidea y el amniocorió; al considerar las membranas fetales y maternas la placenta es del tipo epiteliocorial, sin pérdida de tejido materno al momento del parto. La expulsión de la placenta ocurre aproximadamente de 6 a 8 horas post-parto.
El peso promedio de la placenta es 3,833 kg, con rangos de 3,100 a 4,841. El número promedio de cotiledones es 131,4 (rango 79 a 195); se observó una correlación positiva entre el peso total de la placenta con el número de cotiledones y el peso de la cría (Singh y Krishan, 1994).
Índices reproductivos
Varios factores pueden influir sobre los índices de fertilidad, así tenemos:

  • Factores ambientales: año en el cual ocurrió el parto, época del año en el cual ocurrió el parto, mes de parto.
  • Factores hormonales: prostaglandina (PGF2α), progesterona, hormonas hipotalamicas (FSH, LH), etc.
  • Factores fisiológicos: número de partos, producción de leche, condición corporal al momento del parto, amamantamiento de la cría (Nasir et. al., 1989; Bahga y Gangwar, 1988; Vij y Tiwana, 1987; Bhalaru et al., 1987; Reddy et al., 1986; Cady et. al., 1983; Jainudeen et. al., 1983 y Ali et al., 1980).

Intervalo parto-primer servicio
Tiempo transcurrido entre el parto y el primer servicio. Algunas investigaciones reportaron síntomas de celo hacia los 20 días post-parto (Reddy et al ., 1986); otros señalaron el primer celo postparto a los 28,3 días (Devaraj y Janakiraman, 1986). En nuestro medio (Bosque Muy Seco Tropical) hemos encontrado valores que oscilan entre 18 y 110 días con una media de 42,90 días.
Intervalo parto-concepción
Tiempo transcurrido entre el parto y la concepción. Es importante recordar que este índice reproductivo también se ve afectado por: tipo de monta (natural ó inseminación artificial); detección del celo; calidad seminal. Algunas investigaciones señalaron valores como: 135,8 días (Sethi y Nagarcenkar, 1992); 128,3 días (Bhalaru et al., 1987); 133,5 días (Nasir et al., 1989). En nuestro medio hemos encontrado valores que oscilan entre 18 a 178 días con una media de 52, 44 días
Servicios por concepción
Número de servicios necesarios para que se inicie una gestación. Existen notorias diferencias en los resultados por diferentes investigadores, las cuales pudieran ser atribuidas a diferencias en la detección de los celos, habilidad en la técnica por parte del técnico inseminador, semen utilizado, etc.
Tecnicas reproductivas
La aplicación de ciertas tecnologías como: inseminación artificial, sincronización de celo, superovulación, transferencia embrionaria, fertilización in vitro, sexaje de embriones están siendo estandarizadas tomando como base los conocimientos adquiridos en otras especies, y es necesario seguir trabajando en estas áreas para alcanzar una mejor efectividad en las diferentes técnicas sin olvidar los programas sanitarios, alimentación y manejo general del rebaño.
En una finca comercial en Bosque Seco Tropical (Edo. Zulia-Venezuela) con unos 250 vientres se pudieron observar los cambios ocurridos en algunos parámetros reproductivos. Solamente con el establecimiento de registros y controles de manejo en el rebaño, se redujo el intervalo de parto de valores tan altos 615,4 hasta 388,1 días.
Inseminacion artificial
La inseminación artificial (IA) ha demostrado ampliamente su gran aporte para el mejoramiento genético en la ganadería lechera, nadie puede negar el gran impacto de esta técnica en la mejora de los índices de producción lechera en diferentes partes del mundo. Sin embargo, aún persisten algunos factores que atentan contra una mejor eficiencia de la técnica y entre las que se pueden mencionar las dificultades y deficiencias en la detección de celos; es una técnica que se ha utilizado en la India desde hace cerca de 50 años, sin embargo su difusión no ha alcanzado el desarrollo logrado en los Bos taurus y Bos indicus. Algunas consideraciones al respecto pudiesen ser atribuidas a la posible dificultad en la detección de los celos y el momento óptimo de la ovulación. Otros aspectos que afectaran el porcentaje de concepción en los programas de inseminación artificial son el momento de inseminación, el mes del año, temperatura ambiental, humedad relativa, fotoperiodo (Singh y Krishan 1994; Tailor et al., 1990).

En Venezuela, Edo. Zulia, en una zona de vida catalogada como Bosque muy seco Tropical se obtuvo un porcentaje de concepción de 48,28 % con sincronización de celo, inseminando en los meses de marzo a mayo (los menos propicios en nuestro medio), realizando la IA entre las 16 y 18 horas después de observado el celo, ocurriendo el primer nacimiento producto de inseminación artificial de una bucerra en 1997. A nivel nacional y de Latinoamérica es una tecnología económica que debe ser considerada para propiciar el mejoramiento genético los rebaños bubalinos. Sin embargo, se deben considerar una serie de elementos involucrados para el buen éxito de los programas reproductivos, tal es el caso de factores ambientales, sanitarios, nutricionales, calidad del semen utilizado y sobre todo de la experiencia del personal que participa.

Ventajas de la sincronización de los celos

  • Incorpora la IA a los rebaños sin afectar parámetros reproductivos.
  • Mejoras en la detección de los celos.
  • Inseminar búfalas en pocos días con esquemas simples de trabajo.
  • Minimizar horas-hombre afectadas al trabajo de IA.
  • Mejor control y programación de los partos.
  • Inducir la actividad cíclica en animales en anestros.

La necesidad de reducir las deficiencias en la detección de celo han llevado a diseñar protocolos de Inseminación a Tiempo Fijo y aún cuando pueden existir variabilidad de resultados, es claro que se puede contar con una alternativa para contribuir a disminuir las deficiencias reproductivas.

En nuestras condiciones, si bien los costos de administración de protocolos de IA a tiempo fijo pueden parecer elevados, las deficiencias en la detección de celos es un problema importante y que puede afectar la productividad de un establecimiento. Sin embargo, hay que señalar que una de las grandes deficiencias de los programas de sincronización es la inadecuada atención al manejo de los animales.

Los protocolos de sincronización son complementarios a un buen manejo pero no lo reemplazan por lo que debe considerarse el estado nutricional de los animales al momento del servicio y un periodo de descanso post parto adecuado.

Fuente: Engormix

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