¿Qué es la peste bovina?
La peste bovina es una enfermedad contagiosa y altamente mortal queafecta a los bovinos, los búfalos, los yaks y otros muchos artiodáctilos (ungulados con un número par de dedos), tanto domésticos como salvajes. Entre los animales vulnerables se incluyen los cerdos, las jirafas y los kudúes. La peste bovina es causada por un morbilivirus relacionado con el sarampión humano, el moquillo y la peste de los pequeños rumiantes.
¿Cuáles son los signos clínicos?
Los animales afectados padecen de fiebre alta, depresión, secreciones nasales y oculares, erosiones en la boca y el tubo digestivo, y diarrea. Los animales se deshidratan y adelgazan rápidamente y mueren aproximadamente una semana después de que aparezcan los signos de la enfermedad.
¿Infecta la peste bovina a los humanos?
No se tiene conocimiento de que la peste bovina infecte a los seres humanos, pero sus efectos sobre el ganado y otros animales han tenido enormes repercusiones en los medios de vida humanos y en la seguridad alimentaria, debido a su capacidad de acabar con rebaños enteros de ganado en cuestión de días.
¿De dónde proviene la peste bovina y dónde se manifestó?
La peste bovina es una enfermedad antigua cuyos signos se reconocieron mucho antes de que se le diera su nombre actual. El virus bien pudo dar origen al sarampión humano cuando el hombre comenzó a domesticar el ganado bovino, hace más de 10 000 años. Los registros históricos sugieren que la peste bovina se originó en las estepas de Eurasia central y más tarde se extendió a través de Europa y Asia con las campañas militares y las importaciones de ganado. En los siglos XIX y XX, la enfermedad devastó diversas partes de África. La peste bovina también apareció por un breve período en las Américas y Australia con los animales importados, pero se eliminó rápidamente.
¿En qué medida ha repercutido la peste bovina en la historia?
La caída del Imperio Romano, la conquista de la Europa cristiana por Carlomagno, la Revolución Francesa y el empobrecimiento de Rusia fueron precedidos por epidemias de peste bovina y las pérdidas consiguientes. Cuando la peste bovina se introdujo en el África subsahariana, a finales del siglo XIX, desencadenó grandes hambrunas y allanó el camino para la colonización de África. En la década de 1940 en China, resultó evidente que mientras no se pusiera freno a la peste bovina no podría tener lugar un desarrollo agrícola significativo. El posterior control de la enfermedad en todo el mundo contribuyó a la revolución verde de la producción agrícola.
¿Por qué la erradicación de la peste bovina ha sido una prioridad para la FAO?
Desde su creación en 1945, la FAO ha reconocido que el control de la peste bovina es necesario para impulsar el desarrollo agrícola, la seguridad alimentaria y la protección de los ecosistemas naturales. Las implicaciones sociales y económicas de la enfermedad también contribuyeron a la creación de escuelas de veterinaria en Europa y Asia, así como al establecimiento de organizaciones internacionales de primer orden como la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), actualmente conocida como Organización Mundial de Sanidad Animal, y la FAO.
¿Qué es el PMEPB?
El Programa Mundial de Erradicación de la Peste Bovina (PMEPB) se creó en 1994 en la FAO con el objeto de complementar los esfuerzos internacionales destinados a eliminar la peste bovina y, en última instancia, a verificar su ausencia. Tras décadas de esfuerzos para poner fin a la enfermedad, los países e instituciones convinieron en la necesidad de disponer de un enfoque único y cohesivo, con apoyo adicional de tipo técnico y financiero, para superar, aislar y eliminar una enfermedad que
seguía cruzando fronteras.
A través del PMEPB, la FAO, en estrecha colaboración con la OIE, ha coordinado un vasto grupo de asociados institucionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Organismo Internacional de Energía Atómica, organizaciones regionales como la Oficina Interafricana de Recursos Animales de la Unión Africana, donantes como la Unión Europea, la Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional (USAID), el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional, gobiernos nacionales, ONG y comunidades.
¿Qué es la erradicación en términos prácticos? La erradicación mundial de la peste bovina exigía la verificación científica de que la enfermedad ya no estaba presente en las poblaciones salvajes, si bien se conservarían muestras del virus en laboratorio. El último brote confirmado en todo el mundo se registró en Kenya en 2001. La FAO detuvo todas sus actividades sobre el terreno en octubre de 2010, tras nueve años sin manifestaciones de la enfermedad, y después de haber buscado el virus en los últimos ecosistemas que quedaban.
¿Qué hizo posible la erradicación de la peste bovina? La excelente labor de investigación, la estrecha coordinación internacional y el compromiso de las personas en los ámbitos nacional, regional, internacional y de las comunidades han contribuido a hacer posible la erradicación de la peste bovina. Un componente clave del control de la peste bovina fue una vacuna innovadora, obtenida en la década de 1950 por el Dr. Walter Plowright en Kenya. Se considera una de las vacunas más seguras y eficaces del mundo. Las vacunas se utilizaron para proteger a las poblaciones de ganado durante el auge de la peste bovina. Cuando logró controlarse la enfermedad, las limitaciones de circulación, combinadas con las cuarentenas, ganaron importancia. El PMEPB promovió una estrategia para dejar de vacunar en masa y permitir que los investigadores veterinarios pudieran detectar los reservorios de peste bovina endémica y aplicar la vacuna.
¿Puede reaparecer la peste bovina?
Todas las indicaciones científicas apuntan que la peste bovina ha sido eliminada por completo, excepto en unas pocas muestras de laboratorio. La estrategia aplicada en el marco del PMEPB después de la erradicación consiste en revisar y comprobar el aislamiento de todas las muestras restantes de virus de la peste bovina, así como en elaborar un plan de emergencia para los brotes inesperados. Se otorgará prioridad a la vigilancia permanente de la enfermedad, la capacitación continua y la comunicación a la FAO y la OIE por parte de los países de cualquier caso sospechoso.